No demores en volver, apúrate… ¡ven!
Sonidos dispersos de lluvia y de viento,
aumentan mi desconfianza si tardas...
aumentan mi desconfianza si tardas...
El frío glacial de tu ausencia me mata.
Dicen que amar es dar, sin esperar nada a cambio,
pero yo espero de ti… tus caricias, tus labios.
¿Cómo dar mi vida, sin querer al menos eso?
¿será que debo perder este juego perverso?
No demores en volver, apúrate… ¡ven!
No quiero que mi alma se enferme de soledad,
ni que mi corazón se enfríe de tanto esperar.
¿Qué haré si tus caricias no puedo sentir?
¿si tus palabras benditas no puedo escuchar?
Fotografía: Stockvaul
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No demores en volver, apúrate… ¡ven!
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Oleh
Gissi Rodríguez
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